Sin contar otras modalidades y alternativas como los camiones o las caravanas, los conductores cada vez más eligen los remolques como opción para transportar. Unos remolques incorporados al automóvil que son, normalmente, la elección más recurrente y recomendada para los periodos vacacionales. Para poder llevar más equipaje, o para transportar otros vehículos pesados como pueden ser barcos, motos o quads.

Pese a lo que se pueda pensar, conducir un coche con un remolque no es tan complicado, pero es necesario poder contar con práctica y tener presente algunos consejos como los que os proponemos en este artículo. Todo ello para que tengas desglosadas las principales claves, en lo referente a la seguridad, legalidad a la hora de conducir con un remolque, y preparación para maniobrar y desenvolverte en diferentes ocasiones con este tipo de vehículos.

Sugerencias para conducir un remolque de motos

Hablamos de la conducción de los remolques ligeros de motos. Hay que distinguir esta característica ya que difieren de otros modelos de remolque de mayor tamaño para cargas más pesadas. Los denominados ‘remolques ligeros’ no deben superar los 750 kilogramos de peso, siendo el total del conjunto del vehículo y el remolque también inferior a los 3.500 kilogramos. Con estas características se puede perfectamente hacer uso de un vehículo con remolque de moto estando en posesión del permiso de conducir de tipo B.

Seguro y fiabilidad

En cuanto al seguro, al tratarse de un remolque ligero, las condiciones a las que están sujetos estos sistemas posibilitan que no se tenga que pagar un seguro extra por la utilización de estos equipos de transporte por carretera. El remolque estará asegurado y cubierto por el mismo seguro del vehículo al que va enganchado.

Lo que sí que es necesario comprobar es si el coche está preparado para transportar el remolque y el peso que vaya a ser colocado sobre él. Una permisibilidad que podrás contrastar en la misma ficha técnica del vehículo. Del mismo modo, deberás contar con una bola de enganche instalada en el coche para poder usar el remolque según las condiciones estipuladas por el fabricante.

Maniobras y conducción con un remolque

La seguridad y la prevención en carretera son vitales. Y en el momento de usar un remolque en carretera, la conducción cambia. Es preciso delimitar algunos factores que aparecen en el momento de conducir un remolque ligero y que conviene resaltar para adecuar la conducción a este peso extra y tamaño total del vehículo.

Consejos previos

Es importante asegurarse de contar con un remolque que se encuentre en perfecto estado. Todo tiene que estar en su sitio y, en el caso de transportar una moto, hay que asegurarse al 100% que todos los anclajes, sujeción y la estructura se encuentran bien acoplados y dispuestos para su uso en carretera. Será necesario que el remolque esté homologado.

El coche, o vehículo que vaya a ser conducido, también debe estar preparado y listo para su uso en carretera con el remolque. Recomendamos comprobar el estado de los neumáticos, la presión, y todos los sistemas en un taller o con mecánicos especializados.

Practica

Una de las maneras más habituales para acostumbrarse a una nueva situación es practicando en zonas libres de peligro. Este es otro consejo que proponemos para todos aquellos que nunca hayan conducido con un remolque ligero y que, de esta forma, irán adquiriendo la experiencia y la habilidad necesaria en poco tiempo.

Precaución en carretera

Como cualquier vehículo, conducir con un remolque también requiere de una conducción ajustada a las limitaciones impuestas en carreteras, autovías o autopistas. Desde el límite de velocidad, que será inferior en caso de los remolques pesados, hasta las diferentes señalizaciones habituales, así como la distancia de frenado.

Se debe tener un especial cuidado y atención en los días con fuertes rachas de viento o cuando se realizan adelantamientos a gran velocidad.

Maniobras a destacar

La práctica antes mencionada ayudará a controlar las diferentes maniobras que se suelen realizar en carretera. Al incorporar un remolque ligero a tu vehículo hay que tener en cuenta que se está modificando tanto el tamaño, así como el peso del conjunto, por lo que variará la distancia de frenado, así como las situaciones en las que hay que calcular distancias. Esto pasa en las maniobrar de marcha atrás, donde se requerirá de algo más de técnica hasta acostumbrarse al tamaño del vehículo más el remolque. En los adelantamientos, o las cuestas, es donde más se notará esta diferencia de peso, y normalmente haya que reducir marchas.