Entre todos los grupos de conductores, los motoristas son uno de los más vulnerables en la carretera. La ausencia de carrocería y equipos de seguridad internos crean una inestabilidad y fragilidad frente a otros vehículos. Es por eso que con la aparición de una climatología complicada, existe siempre el riesgo de sufrir una caída o accidente. Para ello conviene tomar una serie de medidas para la conducción de motos en condiciones de meteorología adversa.

¿Cómo conseguir una conducción más segura?

Conducir cualquier modelo de motocicleta en circunstancias que se consideran normales, es decir, con asfalto seco, sin socavones ni baches, con una temperatura adecuada y visibilidad, es lo más recomendado, y aún así, siempre puede conllevar algún riesgo. Es por eso por lo que con la aparición de lluvia, nieve, viento… el peligro aumenta exponencialmente para las características tanto de la moto, como de la propia agilidad a la hora de conducir.

Se requiere extremar todas las precauciones y adoptar medidas cautelares y prudentes en la conducción, para poder adaptarse a estas nuevas condiciones inesperadas del terreno y la climatología. En estos casos, lo más aconsejable es:

  • Garantizar las condiciones óptimas de la moto con un mantenimiento y revisión en cualquier taller o mecánico. Desde los elementos mecánicos, hasta los neumáticos.
  • Disponer del mejor equipamiento para cada día. En función del frío o el calor, equiparse con ropa y accesorios que permitan una movilidad correcta, mientras también cumplen con sus expectativas en seguridad (casco de talla correcta, guantes, calzado, chaqueta…).
  • Ser más prudente en la conducción y respetar las señales en función de la climatología. Disminuir la velocidad y ampliar la distancia con el resto de conductores.

Estas reglas generales se adecuan a cualquier terreno y condición del ambiente y clima. No obstante, dependiendo de qué fenómeno ambiental se presente, conviene tomar una serie de precauciones u otras.

Conducir con nieve o hielo

Quizás el consejo más importante a este respecto es que, en un día con nieve y hielo lo recomendable es optar por otro tipo de transporte antes que usar la moto, o aprovechar las ventajas de un remolque para llevar la moto. Cabe destacar que en un asfalto con hielo se pierde una gran adherencia, que prácticamente se traduce en un 80-90% menos de agarre.

Entre las acciones que deben primar para una conducción segura en un entorno de nieve o hielo destacan algunas como una conducción a una velocidad baja y constante, para evitar maniobras bruscas que junto con la pérdida de adherencia puedan provocar una caída. Mantener la moto recta, y usar neumáticos de nieve, cadenas o sprays para mejorar el agarre (solución temporal). Además, antes de arrancar, es necesario ‘calentar’ los neumáticos previamente para su preparación.

Conducir con lluvia

Del mismo modo que con la nieve y el hielo, las jornadas de lluvia también imposibilitan una conducción adecuada. Un asfalto con lluvia pierde hasta la mitad de adherencia, sobre todo en el momento de las primeras gotas de lluvia al crearse el efecto aquaplaning. Una conducción que se debe extremar hasta su mayor límite, en cuanto a reflejos. Se aconseja evitar pisar las pinturas de los pasos de cebra ya que se vuelve más deslizante al contacto con el agua. En casos de poca o nula visibilidad, lo mejor es apartarse de la calzada y esperar a que pase el temporal.

Conducir con viento

Al conducir con fuertes rachas de viento, esto provoca una pérdida la estabilidad de la moto. Hay que agarrar el manillar con fuerza y firmeza para mantener la posición recta y buscar una posición que permita disponer de la mejor aerodinámica para el trayecto. Hay que equilibrar el cuerpo a la dirección contraria del viento para conseguir la mejor estabilidad. Especial atención en los tramos de adelantamiento.

Conducir con calor

En épocas de olas de calor, como es el verano, se producen jornadas intensas de altas temperaturas a horas muy habituales sobre la carretera. Para apaciguar la fuerza del sol existen ciertos consejos. Algunos como la hidratación en todo momento, o la ventilación del casco durante la conducción. También hay ropa para motoristas especial para los días de más calor. Y en los días más intensos, intercala descansos para evitar una conducción larga en las horas punta.